Fatima Mirí Tayefeh Fard, en una entrevista con el corresponsal de la Agencia de Noticias Hawzah, afirmó: "Las dimensiones de la existencia de la señora Jadiya (la paz sea con ella) son innegables. Ella vivió en la era de la ignorancia previa a la misión profética, un tiempo en el que el valor del ser humano era insignificante y, por ende, las mujeres no tenían un lugar destacado".

Continuó: "La señora Jadiya (la paz sea con ella) fue, sin duda, la mujer más capaz de su época. Las adversidades y la ignorancia de su tiempo no fueron obstáculos para su esfuerzo existencial. Ella era una noble de La Meca, una mujer sabia, perspicaz, piadosa y casta, considerada la mejor mujer de Quraysh, hasta el punto de ser conocida en la era de la ignorancia como la 'Señora de Quraysh'".

El investigador religioso, destacando que la señora Jadiya (la paz sea con ella) era conocida como "At-Tahira" (la pura), dijo: "Era una mujer valiente y perspicaz, una dama con habilidades en actividades económicas. Muchos hombres de La Meca trabajaban en sus caravanas comerciales. Ella era una mujer elocuente, de quien se conservan algunos versos".

Mencionó: "En uno de sus poemas, se lee:

Si pasara la noche disfrutando de toda bendición,

y el mundo y el reino de los emperadores fueran míos eternamente,

todo eso no valdría para mí el ala de un mosquito,

si mis ojos no pudieran contemplar los tuyos".

Mirí Tayefeh Fard añadió: "La señora Jadiya (la paz sea con ella) compuso estos versos en honor al Profeta (la paz sea con él). Estas palabras reflejan la profundidad de su amor y conocimiento. Ella fue la primera mujer en abrazar el Islam, en realizar la oración y en dedicar todo lo que poseía para la propagación del Islam. Una hazaña que incluso los hombres de su época no pudieron lograr".

El investigador religioso explicó: "No fue en tiempos de comodidad que ella llegó al Profeta (la paz sea con él). Permaneció junto a él en el momento más difícil de su misión, sin escatimar nada de lo que poseía para el crecimiento del Islam".

Refiriéndose a que renunciar a las mejores comodidades por una religión incipiente solo es posible con una convicción sincera, añadió: "Ella abrazó el Islam con fe genuina y se mantuvo firme ante todas las dificultades. Dios no concede este rango a cualquiera; pero Él aceptó su riqueza y su reputación, y la eligió. La señora Jadiya (la paz sea con ella) fue elegida para ser la madre de la mejor mujer del mundo y la abuela de todos los Ahlul Bait (la paz sea con ellos)".

Mirí Tayefeh Fard continuó: "En las palabras del Mensajero de Dios (la paz sea con él) se percibe el amor hacia la señora Jadiya (la paz sea con ella). El Profeta (la paz sea con él) describió la grandeza de su posición diciendo: 'Las mejores mujeres del Paraíso son Jadiya, hija de Juwaylid; Fátima, hija de Muhammad; María, hija de Imrán; y Asiya, hija de Muzahim'. Además, la famosa frase que dice que el Islam se sostuvo gracias a la moral del Profeta (la paz sea con él), la espada del Imam Ali (la paz sea con él) y la riqueza de Jadiya (la paz sea con ella), revela el máximo nivel de cooperación y sinceridad de Jadiya".

Concluyó: "Recordar las virtudes de las personas virtuosas es una forma de reflexión. Los seres humanos, en cada etapa de la vida, necesitan modelos a seguir. Modelos que, como una lámpara, iluminen el camino correcto. Analizar las dimensiones de la personalidad de esta dama nos recuerda que el apoyo a la religión no conoce de género ni de época, tal como ella vivió en la era de la ignorancia".